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Carta abierta para los revolucionarios ramoneros
Mi amiga Ramona.

Mucho se ha hablado, inferido o especulado acerca de la relación que une a Ramona con Avasco.

Ya que Avasco ha sido definido como un sistema de destrucción de mecanismos anti-arte, constituido también en una red social humana de carácter revolucionario pero en que, por circunstancias del destino más que de voluntad propiamente elegida, fue destacado en mi propia persona, era de suponer que la comandanta chequeara primero la calidad de la organización antes de adherir en calidad de apoyo incondicional y fraternal.

Esto, de ningún modo constituyó una ofensa para nosotros, sino más bien todo lo contrario, ya que hubiésemos tenido que descartar a alguien que hubiera cometido el acto de desinteligencia irreflexiva de no investigar antes en qué lineamientos ha de apoyar algo tan serio como su brazo armado pretendiendo una revolución conjunta.

Personalmente y desde la clandestinidad de la última dictadura cultural fuerte avalada pseudo democráticamente por cierta ignorancia del pueblo (no hay dictadura sin pedagogía del oprimido), he compartido con la comandanta incalculables espacios de reflexión acerca de cómo efectuar los pasos educativo- revolucionarios tanto como la selección de acciones de destrucción y anulación de los mecanismos que luchan por mantener al pueblo en la degradación consumista de fetiches culturales pro dictadura o extremadamente camuflados en el mal llamado neoliberalismo.

La respuesta no se hizo esperar; desde lo más recóndito y lo más cercano de las fuerzas represoras, fuimos calumniados e injuriados, tildados de violentos y salvajes, y hay quienes, en un acto que sólo puede llamarse de exaltación de la impunidad, se atrevieron a calificarnos de “bárbaros” en la acepción de Sarmiento, pidiendo en el acto que: “- …se nos ajusticie como a aquellos molestos aborígenes que tan bien fueron neutralizados antaño para permitir el ingreso de la civilización…-“.

La comandanta y yo sabemos que no hay ningún bicentenario que se pueda festejar, ya que nuestra historia es milenaria (“-¿por qué mutilar nuestra historia?-“, como dice un gran educador real), y ha sido cercenada por el mayor genocidio continental del que se tenga registro: el de los aborígenes.

Y nos horrorizamos ante la fascinación que produce un aborigen muerto, por ejemplo destinándose dinero para ficharlos en carbono 14 y estudiar sus culturas supuestamente muertas, totalmente contrapuestas con el desinterés que produce uno vivo, reclamando por sus tierras y simplemente queriendo seguir viviendo en y de su cultura de manera digna.

La aculturación se ha producido. El etnocentrismo sigue vigente.

La última dictadura militar en la que se persiguió y ejecutó a intelectuales y pensadores sólo fue una extensión de lo que ya estaba culturalmente asentado.

Es por eso que las acciones de la comandanta han sido y serán totalmente avaladas por este pequeño pero en creciente poderío espacio.

Nos gusta pensar la revolución como un juego de palabras: “Re evolución”, es decir, una vuelta a la evolución constructiva y real del ser humano oprimido. Libertad.

Esta evolución pasa de hecho por la creatividad.

Por eso exigimos pública y políticamente, la restitución de la misma como parámetro primordial de la educación, en la misma jerarquía de importancia que la alfabetización, dentro del sistema educativo oficial. Esto, -si se cumpliera-, hablaría de una verdadera inclusión de todas las posibilidades humanas en potencial desarrollo; no como el modelo de falsa “inclusión”, que se nos viene imponiendo desde hace años en la educación de manera sutil primero, y salvaje e impunemente en las últimas décadas.

Ramona ha sido un ejemplo constante en todos estos años, de la voluntad de seguir hasta la victoria en la eterna lucha del ser humano oprimido por las circunstancias hacia la exaltación de su propia creatividad como hecho catártico- constructivo.

Y en su gran vocación humanística, ha llevado a muchísimos de sus conocidos – incluyendo a este comandante, quien la admira, ama y respeta profundamente-, a seguir ese camino como modo de exaltar lo mejor de la humanidad y encontrar la raíz de las fuerzas liberadoras personales. Su figura trasciende en el inconsciente colectivo al conocerla personalmente, ya que todo el que lo haya hecho puede dar cuenta de su sonrisa y su mirada magnéticas, que interpelan al espectador/interlocutor con una poderosa transparencia.

Sin más que agregar, estas simples líneas para poder expresar todo mi apoyo a la comandanta y dejar asentado que felizmente puedo pronunciar la frase: “Mi amiga Ramona” sin ningún tipo de esfuerzo, y saber a conciencia que esta revolución es Real.

En sus propias palabras, entonces: “-¡¡Hasta la victoria eternamente!!..."


Avasco, comandante en jefe de la red de destrucción de mecanismos anti- arte y aculturales.

Avasco o Juan Pablo Baigorria
Buenos Aires
Argentina